El cambio climático se convirtió en uno de los desafíos globales más críticos que afectan todos los aspectos de la vida en todo el mundo. El hielo polar y los glaciares se están derritiendo, el nivel del mar está subiendo.
Según EU4Climate, la iniciativa financiada por la UE que ayuda a los países de la Asociación Oriental a combatir el cambio climático, Armenia, un país sin salida al mar con el 90 % de su territorio sobre el nivel del mar, es cada vez más vulnerable a los fenómenos meteorológicos extremos y al empeoramiento de la desertificación y la degradación del suelo.
Además del aumento de fenómenos hidrometeorológicos peligrosos, la temperatura anual en Armenia ha aumentado notablemente, en un promedio de 1,23 grados centígrados desde 1929-2016, mientras que la precipitación anual ha disminuido en un promedio de 9%.
Las proyecciones climáticas muestran que para 2100, las temperaturas en Armenia aumentarán 4,7 grados y la precipitación anual disminuirá 8,3 grados.
El gobierno armenio está tomando medidas para mitigar el impacto del cambio climático en el país. Sin embargo, la adopción de planes de acción no es suficiente. El comportamiento de las personas también debe cambiar, algo que se puede promulgar a través de una mayor conciencia sobre el cambio climático y su impacto en los problemas ambientales que Armenia ya enfrenta.
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