El corredor de Berdzor (Lachin), única vía de acceso entre Armenia y Artsaj desde la victoria militar de Bakú en 2020, está bloqueado cerca de Shushi desde la mañana del 12 de diciembre por varias decenas de azerbaiyanos que protestan contra la "explotación ilegal de minerales" por los armenios de Artsaj.
Aunque legítimos a primera vista, los prejuicios ecologistas ocultan mal el plan del Presidente Ilham Aliyev de ejercer la máxima presión sobre Ereván mediante el bloqueo. Azerbaiyán lleva dos años exigiendo a Armenia que conceda el llamado "Corredor Meghri" o "Corredor Zangezur", que conecta Bakú con el exclave azerbaiyano de Najicheván, situado entre territorio armenio e Irán y que, en su extremo norte, está conectado por carretera con Turquía
Bakú mantiene excelentes relaciones con Ankara, su principal apoyo militar y diplomático. Turquía arma y entrena al ejército azerbaiyano, en virtud de un acuerdo de cooperación militar firmado en 2010. En septiembre, esta cooperación se reforzó con el nombramiento del general turco Bahtiar Ersai como asesor del ministro de Defensa azerbaiyano, Zakir Hasanov. Bakú y Ankara quieren reforzar sus relaciones económicas a través de una ruta terrestre. Ambos países mantienen tensas relaciones con Teherán y pésimas con Ereván, mientras que estos dos últimos se oponen a la creación de un corredor turco-azerbaiyano, sobre todo si va acompañado de una pérdida de soberanía armenia en su frontera con Irán.
Armenia sólo tiene dos fronteras abiertas, una al norte con Georgia y otra al sur con Irán, país con el que las relaciones comerciales se han desarrollado considerablemente en los últimos años. Ereván compra sobre todo gas iraní, que paga suministrando electricidad a la República Islámica.
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