Recuerdo vívidamente mi primera visita a China en 1991, una época en que era una nación subdesarrollada en donde el salario diario de un trabajador apenas llegaba a 1 USD. Individuos ilustres de esa época eran aquellos que tenían bicicletas. Sin embargo, en solo una década, fui testifo de una transformación socio-económica, educacional e industrial. El notable progreso de China fue destacado en 2019 cuando alcanzaron el hito histórico del aterrizaje suave de una nave espacial en el lado oscuro de la luna. En ese mismo año, la bulliciosa metrópolis de Shen Zhen, con una población de 12.5 millones, reemplazó rápidamente su flota de 20.000 taxis convencionales con autos eléctricos de última generación. Este cambio progresivo se fue llevándose a cabo en varias ciudades en China.
En 1991, Boris Yeltsin asumió el poder en Rusia, una nación bendecida con abundantes recursos como petróleo, gas natural, minas de oro y diamante, agricultura, industria, industria aeroespacial y un ejército formidable, que se encuentra en una encrucijada, frente a decisiones críticas que determinarían su camino futuro.
El liderazgo , tanto en China como en Rusia, jugó un papel fundamental en el armado de los destinos de sus respectivas naciones, cada uno trazando diferentes rumbos a seguir.
En un frente diferente, la Unión Europea (UE) emprendió su viaje en 1952 con objetivos modestos centrados en el Pacto del Carbón y el Acero. A través de pasos incrementales, creció hasta convertirse en la Comunidad Económica Europea, una unión aduanera y, finalmente, en la Unión Europea con su propia moneda, el euro. Los líderes que dieron forma a la UE no estaban motivados por valores éticos o fraternidad, si no por sus intereses comunes y la comprensión de que la unidad era la clave para la supervivencia.
Sin embargo, los europeos continúan peleando entre ellos, cada uno buscando una porción más grande del pastel proverbial. A pesar de sus más de 70 años de existencia, fallaron en establecer un sistema de defensa europeo unificado. En consecuencia, confían en decisiones estratégicas guiadas por Estados Unidos, pagando un precio mayor por el gas ruso desde Azerbaiyán mientras ven cómo sus industrias se relocalizan en Estados Unidos en busca de energía más barata.
Con nuestra rica civilización y una población conocida por su cretividad, ¡no debería haber ninguna razón concebible para que experimentáramos la derrota en esta guerra! Sin embargo, al ser testigos de la evolución de las naciones y sociedades, comprendemos el rol crucial que juega el liderazgo en la configuración del destino de una nación.
DiarporArm hizo un llamado a las fuerzas activas de nuestra nación – fundadores, co fundadores y directores de organizaciones sin fines de lucro, es decir nuestros líderes – a unirse y fomentar un liderazgo visionario, colaborar para crear una nación próspera.
DiarporArm hizo un llamado a las fuerzas activas de nuestra nación – fundadores, co fundadores y directores de organizaciones sin fines de lucro, es decir nuestros líderes – a unirse y fomentar un liderazgo visionario, colaborar para crear una nación próspera.
La alternativa es que las mismas aspiraciones por las que nos hemos esforzado tanto por alcanzar – una nación más fuerte, exitosa y unida en Armenia y la Diáspora – puedan no materializarse dentro de nuestra vida.
Continuará…
Hovel Chenorhokian
Julio de 2023
Ereván, Armenia
