Crear una obra maestra que capture el profundo vínculo de una nación con su tierra natal y su gente requiere un nivel extraordinario de habilidad y destreza artística. Un ejemplo de arte armenio es el monumento titulado "Somos nuestras montañas" (Մենք ենք, մեր սարերը), diseñado deliberadamente sin pedestal, ya que se fusiona perfectamente con su paisaje natural. Orgullosamente sirviendo como guardián de los ideales patrióticos nacionales, "Somos nuestras montañas" continúa simbolizando la conexión inquebrantable entre Artsaj y su gente.
Los armenios lo llaman cariñosamente “abuela y abuelo” (“Tatik-Papik”). Este diseño icónico, tallado en toba roja, se encuentra en la entrada de Stepanakert, la capital de Artsaj. El visionario detrás de esta creación no es otro que Sargis Baghdasaryan (1923-2001), una figura venerada en el mundo de la escultura. Con el distinguido título de Artista del Pueblo de Armenia y ganador del Premio Estatal de Armenia, el genio artístico de Baghdasaryan brilla en cada faceta de este renombrado y querido monumento. Junto con el arquitecto Yuri Akobyan, Baghdasaryan presentó su obra maestra el 1 de noviembre de 1967.