La historia puede repetirse

En el verano de 1942, Stalingrado, situada a orillas del río Volga, estaba sitiada. El ejército alemán disparaba y bombardeaba sobre la ciudad. La ciudad destruida y sitiada opuso resistencia con municiones casi agotadas. En ese momento, los soviéticos no tenían ninguna esperanza de resistir.

Los nazis bombardearon y destruyeron Stalingrado. Sin embargo, la resistencia a menudo continuó sin cesar. Llegaban fuerzas auxiliares del Cáucaso Sur, Transcaucasia. Armenia participó en la guerra, enviando miles de combatientes. Los armenios reconocieron la importancia de defender muy bien Stalingrado, ya que la guerra contra Rusia trajo más preocupación y peligro para Armenia y los armenios. La ciudad tenía una importancia estratégica y servía de barrera entre el ejército alemán y los pozos de petróleo del Cáucaso.

El 18 de junio de 1941 se firmó un "Tratado de amistad y no agresión" entre la Alemania nazi y Turquía. Desde el primer día de la guerra, el presidente turco Ismet Inonu mantuvo una posición neutral y, con una política inteligente, recibió armas de las dos fuerzas en conflicto; las fuerzas centrales y los aliados.

Según informes de inteligencia, 26 unidades militares turcas seguían de cerca los desarrollos de la guerra. Entonces también Turquía esperaba la derrota de Rusia, invadir Armenia y continuar su avance hacia los pozos de petróleo en Bakú. Conscientes del peligro, el pueblo armenio, viejos y jóvenes, en su mayoría mujeres y ancianos, se dedicaban a cavar trincheras, levantando barreras para frustrar cualquier intento de un posible ataque. El pueblo estaba a las puertas de un "nuevo Sardarabad". "Todos para todos y todos para la Patria" se convirtió en el lema de la jornada.

Al final, una de las batallas más críticas de la Segunda Guerra Mundial, la Batalla de Stalingrado, terminó el 2 de febrero de 1942 y el ejército alemán se rindió. La amenaza turca fue eliminada.

Hoy, la crisis ucraniana representa el mismo peligro para Armenia y los armenios como la "espada de Damocles" que colgó durante la Segunda Guerra Mundial. La continuación de la guerra en Ucrania y sus secuelas podrían tener consecuencias catastróficas en la región, especialmente para Armenia.

Por lo tanto, al igual que en la Batalla de Stalingrado, la diplomacia armenia debe ser activa y ágil para salvar a la patria de más peligros potenciales y renovar el uso del lema "Todos para todos y todos para la Patria".

Krikor Kradjian

Abril de 2022
Líbano

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