Las consecuencias de la guerra de los 44 días de 2020 pueden ser fatales tanto para Armenia como para la Diáspora. Para sobreponerse a la derrota, la Diáspora es incapaz de aplicar su peso político en relación al discurso con el estado de Armenia y con socios estratégicos; en este caso Europa, Estados Unidos y Rusia, dice Sarkis Shahinian, presidente de honor de la Asociación Suiza-Armenia (GSA).
El señor Shahinian se refiere a la mesa redonda de armenios de la diáspora (DART, por sus siglas en inglés) celebrada el 18 y 19 de junio en París, cuyo objetivo es formar una entidad políticamente neutral para desarrollar el discurso mencionado anteriormente y los temas apremiantes y otros importantes de nuestra nación. En la reunión de París, donde cada individuo se representó solo a sí mismo, se fijaron dos preferencias: hacer significativo el peso de la diáspora en los lugares mencionados y comenzar un diálogo real con el estado de Armenia, independientemente de quién sea el jefe de el Gobierno.
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