Tenía mucho interés en la segunda versión del programa “Consejo pan-armenio” del que, según la prensa oficial, se iba a hablar durante la conferencia pan-armenia “Armenia- Diáspora”.
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Un cisne, un bagre y un cangrejo
a tirar de un carro se pusieron
y los tres juntos se engancharon de él;
y los tres juntos se engancharon de él;
¡Se afanan y se afanan mas el carro no marcha!
La carga para ellos no habría sido pesada:
pero es que el cisne tira hacia las nubes,
el cangrejo hacia atrás, y el bagre para el agua.
Quién de ellos es culpable, quién no lo es, no nos toca juzgar.
Sólo que el carro
todavía está allá.
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Estudié con gran atención la oferta de la segunda publicación del presidente del país de los campeones de ajedrez y al mismo tiempo presidente de la federación de ajedrez. Pregunté, estudié para descubrir el mecanismo y el contenido de la segunda versión del Consejo, para entender si sería como el carro de Krylov o como el siguiente mensaje de Yeghishe Charents: “¡Oh pueblo armenio, su única salvación está en el poder de su unidad “.
Explicaré la diferencia con un ejemplo evidente. La comunidad franco-armenia tiene una estructura del estilo Krylov; el “Consejo de Coordinación de Organizaciones Armenias de Francia”Otra comunidad de Francia tiene una estructura del estilo Charents con participación nacional.
Uno, no diré cual, tiene un presupuesto de veinticuatro millones de euros. Otro no tiene presupuesto. Uno de nuestros copresidentes decía: “Nuestras cartas las escribo yo, las imprimo yo, y los sellos pago yo de mi bolsillo…” ¿De dónde vienen los presupuestos de los demás?, ¿quién los da?, ¿de dónde lo sacan? Tienen. Que tengamos nosotros también.
Uno tiene más de cuarenta mil miembros que pagan cuota de matriculación. Lo nuestro representa más de treinta organizaciones: cisne, cangrejo, bagre…
Lo nuestro, con todos mis respetos, más allá de los logros enormes dentro del reconocimiento del Genocidio y relaciones políticas, no tiene otra actividad. En este caso, la comunidad tiene siete colegios autónomos, que cuentan con 1213 alumnos.
El otro dirige sus más de doscientos colegios, que tienen treinta y dos mil alumnos, dirige sus organizaciones de amistad, promueve la repatriación de su pueblo, ayuda a los necesitados de la comunidad y lleva las relaciones con el estado francés.
Por favor, no digan que ellos son más poderosos que el pueblo de los campeones de ajedrez. Por favor, no digan que ellos dan y nuestro pueblo no da.
Recientemente, durante su visita a Armenia, la Señora Anahit, llevó los regalos que habían preparado los conductores del colegio Dprotsaser: ropa, zapatos, varias cosas, joyas y un sobre con doscientos euros, todo para la familia de una victima de la guerra de Cuatrodías que vive en la provincia de Masis. El salario de los conductores mencionados debe ser sobre unos mil euros, de los cuales puede que unos seiscientos o setecientos sirven para pagar el alquiler y aún así echan dos céntimos en el cepillo.
Por favor, no digan que los nuestros no dan.
La gente da, pero vacila en dar al cisne, al cangrejo y al bagre, los conductores de Dprotsaser… Vache ha hecho una donación de treinta millones de dólares a UCLA.
No digamos que no dan.
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El mes pasado, durante mi visita a Yereván, los representantes del ministerio de la Diáspora aseguraron que los objetivos de la Conferencia Armenia- Diáspora anterior se habían cumplido. Si es así, ruego que visiten las salas turcas de las exposiciones internacionales de Paris, Múnich o Las Vegas y luego busquen un solo stand armenio. Ruego que visiten la página www.tulumba.com y busquen su equivalente armenio,
Nosotros, los geómetras de las Rutas de Seda y los hegemones, con nuestra Diáspora de siete millones, con nuestros empresarios de Diáspora Poderosa, ¿tenemos que seguir el ejemplo de los turcos?
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Con mucho interés leí que el programa del Consejo Pan-armenio había generado gran entusiasmo entre los intelectuales.
Estoy pensando si nuestro intelectuales ¿están duchos en la estrategia del partido de ajedrez?, ¿son hábiles en analizar un solo movimiento de una pieza y ver su objetivo real? ¿Ellos se interesaron en saber si el consejo propuesto incorporaría a la gente? o ¿sería solo un club de elegidos?
Hoy tenemos Patria y Artsakh. Dos repúblicas democráticas malas o buenas.
Y la Diáspora. La Diáspora poderosa se queda como el carro de Krylov.
Un mensaje decía: “La auto-organización de la Diáspora es su obligación principal… con la cual tiene que auto-organizarse y unirse”.
¿Quién, cómo, dónde?
Me reuní, escribí, hice preguntas al cisne, al cangrejo y al bagre, los que hacen turnos.
Hice preguntas a Benefactor, a Hur y a Anush.
Me reuní con Lobo y Zorro y les escribí, uno había llevado una gallina y otro un cordero, uno tenía una granja y el otro había fundado una fábrica y uno que había cogido una mina.
Con la humildad de un hijo escribí a su dignatario, al camello y a la jirafa.
Por fin, escribí al mismo rey León.
Todos gritaron “gracias”, “bravo”, animaron: animaron, se afanaron y se afanaron, pero nuestro carro no marchó.
No lo ven o no quieren verlo
Quién de ellos es culpable, quién no lo es, no nos toca juzgar.
Sólo que el carro todavía está allá.
todavía está allá.
Lo raro es que nosotros Los Armenios hemos seguido al ejemplo de Krylov, pero nuestros hermanos Judíos han seguido al llamamiento de Charents:
“¡Oh pueblo armenio, su única salvación está en el poder de su unidad “.
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“La mano del Señor vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del Señor
, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos, que eran muchísimos en la Diáspora, y por cierto secos en gran manera. Así dice el Señor Dios a estos huesos: “He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis. Y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra. Y los haré una nación en la tierra, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos”.
Y miré, y he aquí tendones sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies; un ejército grande en extremo.
¡Oh pueblo, hoy se cumplirá esta profecía.
Reclutaremos.
¿Quién, cómo, dónde?
Pronto escribiré.
*Ezequiel 37
