The survival of the Armenian nation is conditioned by the direct involvement of the Diaspora in the political, social and cultural life of Armenia. The Armenian elites should make a revolution of thinking, pushing the Armenians of the Diaspora to get involved in and strengthen this state.
A las preguntas de “Hetq” responde Tigran Egavyan, periodista y orientalista residente en Francia.
- Sr. Egavyan, todavía en marzo nos dijo que Armenia, como un estado independiente, tiene su futuro con la Diáspora. Y el riesgo de que nos convirtamos en una región autónoma de Rusia o repitamos el destino del pueblo asirio no es poco realista. ¿Qué reflexiones ha hecho durante estos meses? ¿Qué cambios ha notado?
- Veo declaraciones con buenas intenciones de funcionarios que conocí en Armenia, pero sigo sin ver la conciencia de la gravedad de la situación. La prueba es que los líderes armenios se conforman con señalar a los "anteriores" como los únicos responsables de la crisis actual, sin definir una ruta exacta y sin conseguir personas más competentes capaces de participar en la reconstrucción del país. Hay un hecho fundamental a la hora de hacer predicciones optimistas o pesimistas sobre el futuro de Armenia. El factor demográfico es tan importante como el factor geopolítico.
La demografía es la base de todas las vulnerabilidades del país, lo que explica en gran medida la derrota en Artsaj y la falta de recursos humanos para la restauración del país y el estado. Sin solucionar este problema, el sangrado demográfico, que no asegura la renovación de generaciones, Armenia no puede mirar a su futuro con confianza. Por consiguiente, destaco la importante contribución de la Diáspora a la supervivencia de Armenia, si queremos mantener esta situación. Todo armenio del mundo que quiera ayudar a Armenia solo tiene que irse a vivir a Armenia y tener éxito en su proyecto profesional. El problema es que vivíamos en un engaño durante treinta años. Se nos ha dicho que Armenia es nuestra patria siempre que no interferamos en sus asuntos internos. Las autoridades posteriores no dirigieron adecuadamente los recursos de la Diáspora al desarrollo del país. En cambio, construyeron relaciones poco saludables basadas en dos cosas: ayuda humanitaria y turismo. Aparte de la cuestión del reconocimiento del Genocidio, Armenia y la Diáspora nunca han trabajado realmente en una relación de respeto mutuo e interdependencia por el bien común.
- Hoy Armenia se enfrenta a una nueva amenaza de la seguridad, hay tensión en casi toda la frontera entre Armenia y Azerbaiyán, se están debatiendo cuestiones secundarias en el ámbito político interno. En este caso, ¿qué problemas puede plantear la Diáspora, qué papel puede desempeñar? En primer lugar la Diáspora puede ser una palanca de poder para garantizar la seguridad de Armenia․ Es decir, el estado armenio debe contribuir a la construcción de redes políticas y la organización del lobbying de una manera más coordinada y efectiva, para trabajar en la creación de una nueva estructura que fortalezca la identidad armenia en el mundo. Es un hecho que cualquier cambio, cualquier reforma que tenga éxito en la Diáspora, debe comenzar desde Armenia. También es necesario que la élite armenia de todo el mundo sea capaz de distinguir entre el concepto de la "madre patria", que es cada vez más abstracto, y el concepto del "Estado- nación", que significa la formación de intereses comunes e la ciudadanía inclusiva. Desafortunadamente, la idea de un estado todavía falta en el pensamiento político armenio. Mire a la escena inquietante generada a nivel de debates en la Asamblea Nacional de Armenia y mire a Azerbaiyán. Este es un país sin un ancla histórica y de civilización clara, sin una persona nacional, pero a diferencia de Armenia, la élite azerbaiyana, sea tan dictatorial que sea, tiene el sentido de la categoría de estado, y eso, en mi opinión, es la mayor parte de su poder.
- ¿Y por qué hasta ahora no hemos logrado construir un país anclado en la conciencia del Estado-nación?, ¿dónde estaban los errores?
- Los armenios han sido excelentes sirvientes para los amos extranjeros durante siglos, tradicionalmente están más distendidos en los estados multinacionales, les resulta difícil adaptarse al modelo de un Estado-nación.
Sin duda, la idea de un estado está relativamente ausente en la mente política armenia. Esto es el resultado de la historia desde la caída del Reino de Armenia en Cilicia en 1375. En el año de 1918 la élite armenia no estaba preparada para este proyecto en absoluto. En 1991 la independencia asustó a las fuerzas políticas de la Diáspora, que temían que el pan-turquismo amenazara la existencia de Armenia, privada de su defensor ruso. Desafortunadamente, desde 1991, los sucesivos líderes de Armenia han construido más regímenes que instituciones fuertes y un estado con ciudadanía inclusiva. En general, los gobernantes armenios cometieron dos errores: el error de confundir el "régimen" con el "estado". Por ejemplo, las élites no eligen el talento, sino la lealtad. El segundo error es que las élites de la Diáspora fueron deliberadamente excluidas del aparato administrativo y de la vida política del país, con algunas excepciones. No se ha aprovechado el enorme potencial de la Diáspora, es un enorme desperdicio.
- Después de la guerra de 44 días, es obvio que en general hay una decepción en la Diáspora. Hasta se refleja en iniciativas caritativas individuales. ¿Cuáles son las expectativas de Armenia en la Diáspora, qué debería hacer Armenia para crear una nueva calidad de relaciones?
-Los armenios que viven en Armenia y en la Diáspora tienen el mismo problema: les resulta difícil imaginar el mundo tal como es y prefieren huir de la realidad viviendo en una ilusión. Creo que las élites armenias deben hacer una revolución de pensamiento, empujando a los armenios de la Diáspora a fortalecer este estado. ¿Por qué no convertir el "ministerio" de la Diáspora en una agencia de repatriación? ¿Por qué no convertir el fondo armenio obsoleto en un banco de desarrollo? Si Ereván va a ser el centro principal del mundo armenio, es necesario dar un lugar significativo a los ejecutivos de la Diáspora, dándoles legitimidad. Esto puede consistir en la construcción de un senado. En otras palabras, si queremos permanecer en el mapa, debemos "diasporar" Armenia.
Cada comunidad tiene la responsabilidad histórica de invertir fuertemente en este país de manera estratégica. Los armenios de Francia están obligados a contribuir al desarrollo de la Francofonía en este país y ayudar a construir el "soft power armenio". Los armenios del Medio Oriente aportan su conocimiento al mundo de los negocios, la artesanía, los servicios, los de los Estados Unidos al mundo empresarial, etc. Todos tienen un papel que desempeñar por el bien común de la nación, pero también hay que ser consciente de que la base de todo esto es el Estado armenio.
- ¿Ve esa comprensión hoy?
- Los diplomáticos armenios, militares armenios, que sirven a su país con profesionalismo y dedicación, tienen sentido de estado. Pero no se puede decir lo mismo de la clase política, que a menudo tiende a confundir los intereses individuales y comunes. Armenia no puede darse el lujo de dotar a una élite corrupta o incompetente que ha ayudado a agotar la vitalidad del país. Una fuerza que prefiere enfatizar la lealtad ciega al talento. Es una cuestión de seguridad nacional.